3 Formas de Crear Karma Positivo

Si hay algo que hemos aprendido de ser humanos, es que ninguno de nosotros es perfecto. Cada día al despertar hacemos elecciones, desde el momento en que abrimos los ojos hasta el último minuto en que los volvemos a cerrar antes de dormir. Las elecciones que hacemos y las acciones que tomamos están basadas y condicionadas por las experiencias pasadas, el nivel actual de la conciencia, y los deseos acumulados. Las acciones que tomas son lo que se conoce como Karma

¿Qué clase de karma está creando a través de las acciones cotidianas?

 

Karma 101

Probablemente has oído hablar de la palabra karma y hayas aprendido a asociarla con un mal comportamiento que vuelve para atraparte a ti (o a alguien más) de tu alrededor. En verdad, karma es una palabra sánscrita que significa “acción”. La palabra karma no implica que la acción sea buena o mala, correcta o incorrecta; es simplemente acción. El Universo no juzga la acción de una forma u otra de la manera que nosotros podemos juzgarla. En cambio, es simplemente un círculo de energía y la intención de la acción que lo origina.
El karma está asociado con la Ley universal de Causa y Efecto. En el libro de Deepak Chopra, Las Siete Leyes Espirituales del Éxito, él escribe que cada acción genera una fuerza de energía que regresa a ella de la misma manera. Por lo tanto, lo que siembras es lo que cosecharás. A veces de forma inmediata, y algunas veces lleva tiempo. Puede que no estés presente para presenciar los efectos de la causa, pero puedes estar seguro de que el efecto volverá porque el Universo, y todo lo que hay en él, funciona de forma cíclica.

Tus elecciones y acciones crean tu Karma

 

Las elecciones que haces son las acciones que tomas y, por lo tanto, el karma que creas, y así el ciclo continúa. Gran parte de su condicionamiento temprano y los recuerdos que se han impreso como resultado son lo que los impulsa a pensar, hablar y actuar de la manera en que lo hacen hoy. Si has hecho un trabajo de crecimiento personal sobre ti mismo, aprendido las lecciones e integrado las enseñanzas de las experiencias pasadas, es probable que te hayas vuelto más consciente de tus factores desencadenantes, y con suerte, has adoptado métodos para responder de manera diferente ahora que en el pasado. A medida que creces y evolucionas como ser humano, experimentas niveles más profundos de conciencia. Cuando te das cuenta de que estás a favor de crear tu realidad, puedes pasar de ser “un efecto”, también conocido como jugar a la víctima, a un espacio de conciencia que te invita a responsabilizarte por las decisiones que tomas. Si todavía no has aprendido la sabiduría de los eventos no tan favorables en tu vida, es probable que aún seas emocionalmente reactivo en lugar de conscientemente receptivo.
El karma es la única cosa en la vida que es constante. No se puede evitar porque es la esencia de cada acción que realiza, incluidos sus pensamientos y su palabra hablada o escrita. Probablemente hayas dicho y hecho cosas que desearías poder recuperar, de la misma forma en que pensaste, dijiste y te comportaste de la manera en que creías que estaban justificadas. Lo que es importante entender es que no puedes esconderte de lo que colocaste allí: en el pasado, en el ahora o en el futuro. Con mayores niveles de conciencia viene la oportunidad de elegir qué tipo de karma estás creando todos los días.
Aquí hay tres prácticas para ayudarte a trascender el karma pasado y comenzar a dejar una huella energética más positiva en el mundo en el que vives.

 

1. Medita

 

La meditación es la clave de toda la sabiduría, el conocimiento y la verdad que estás buscando. Cuando meditas, te acomodas en todo lo que es. Te conectas con la Fuente, y cada vez que meditas, eres sanado en algún nivel.
Nunca eres la misma persona que eras antes de sentarte a meditar. Con el tiempo, notas lo siguiente:
  • Te vuelves más paciente, más amable y más tranquilo.
  • Comienzas a ver tus desafíos como oportunidades de crecimiento.
  • Aprendes a apoyarte en tus emociones en lugar de huir de ellas.
  • Te sientes menos irritable, más aceptado y más dispuesto a asumir la responsabilidad de las decisiones que tomas.
  • Tu fisiología cambia, tu estilo de vida mejora, y estás más profundamente conectado con lo que eres en el centro de tu ser.
En un tiempo relativamente corto, te conviertes en un tipo diferente de persona: uno que opera desde un lugar de amor, compasión y conexión. Las acciones que se derivan de esto están aromatizadas con la esencia misma de la unidad.

2. Libérate de tu equipaje

Para crecer y evolucionar como ser humano, primero debes liberarte de las viejas creencias y patrones de comportamiento antes de que puedas comenzar a tomar nuevas medidas. El equipaje es cualquier cosa que te impide ser quien debes ser, hacer lo que se supone que debes hacer y tener las cosas que mereces tener. Por ejemplo, aquí hay algunos signos de equipaje:
  • Ira abrumadora que te impide confiar en las personas.
  • Aumento del miedo que te impide seguir tus sueños y metas.
  • Tristeza debilitante que hace casi imposible que puedas ver más allá de la niebla que te envuelve.
  • Creencias como: “No es seguro ser yo mismo”, “No soy lo suficientemente bueno”, “Soy invisible” y “No tengo lo que se necesita”.
El equipaje viejo perpetúa el pensamiento negativo, las palabras dañinas (para ti y para los demás) y la incapacidad para avanzar en la vida. Cuando te liberas del equipaje pasado, tus pensamientos, palabras y acciones generan positividad, reflejan bondad y activan el empoderamiento. Desde este espacio, el karma que creas a diario se vuelve más y más beneficioso para ti, para otros y para el mundo.

 

3. Realiza nuevas acciones

 

Una vez que te has dado cuenta de las elecciones que realizas diariamente y has hecho un trabajo para deshacerte del bagaje de tu pasado, ahora puedes ver la vida a través de una nueva lente, una que está llena de potencial y posibilidad. La energía de la Fuente ahora puede fluir libremente a través de ti, y ves que puedes elegir cómo responder a los desafíos de la vida.
Esto no quiere decir que es fácil abstenerte de juzgar, retener tus palabras en una discusión, o evitar tener pensamientos negativos. Se trata de ser más consciente de tus respuestas, crear una interrupción de patrón y hacer una elección diferente en el momento. Se trata de tratarte a ti mismo, a los demás y al planeta con amor, respeto y compasión.
La forma de redimirte por las malas acciones es cambiar tu camino ahora. No debes temer el retorno energético de tu karma basado en el pasado, sino trabajar para convertirte en una mejor versión de ti mismo para poder navegar en tus circunstancias con la verdad, la integridad y la gracia. Cualquier acción que estés tomando es el karma que estás creando. Sabiendo que todo lo que piensas, dices y haces tendrá un efecto dominó en el mundo en el que vives, y también que lo que sea que saques es lo que recibirás, la forma en que aparezcas en la vida ahora tiene un propósito y conciencia intencional.

Autor: Tris Thorp
Centro Chopra

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