Neville y la Reencarnación

Aún cuando partimos de este mundo y parece que morimos, no lo hacemos.

  • En la conferencia de Neville “Yo soy la causa” (19 de octubre de 1069) Neville, quien para entonces había tenido varias experiencias místicas, sobre todo la que llama “Su segundo nacimiento” nos habla acerca de cómo somos restituidos a la vida en un mundo como éste, para continuar nuestro viaje a través de los siglos.

Nos dice que sólo viniendo a este mundo de experiencia puedes tú comer del árbol del conocimiento del bien y del mal 

Que todos en algún momento de nuestras vidas seremos conscientes del hecho de que somos eternos y que dentro de nuestro ser físico habita dentro un maravilloso ser eterno.

Dice: “Cuando tú lees estas palabras, no tienen sentido; pero cuando las experimentas – y tú lo harás – Tus ojos se abrirán entonces, y tú conocerás el bien y el mal por experiencia. Tú sabrás que no morirás, sino que regresarás al estado celestial del que tú – el hijo del hombre – descendió. Y tú ascenderás como una serpiente incandescente.

Tú no eres ninguna pequeña ameba que salió del lodo; tú viniste del cielo y te desprendiste de todo lo que eras a fin de asumir las limitaciones y las debilidades de la carne humana. Tú no estás aparentando que eres hombre; tú te convertiste en hombre asumiendo la pobreza, aunque eras rico. Tú asumiste la debilidad, aunque eras fuerte. Tú – un ser infinito – asumiste todas esas cosas para su experiencia. El mundo entero proclama tu gloria, pero sólo aquí en esta pequeña tierra esta maravillosa obra es revelada.

Antes de que viniéramos aquí éramos hermanos, y un día despertaremos y regresaremos a nuestra hermandad como Dios Padre, el cual requiere de todos los hermanos para formarse.

Tú viniste a este mundo para experimentar sus horrores, no para cambiarlos. Nuestros políticos prometen eliminar la guerra y la pobreza, sin embargo admiten que han vendido más de 13 mil millones de dólares en armas convencionales a naciones dominadas por la pobreza… Nuestros políticos han obligado a los países que no pueden alimentarse por sí mismos a comprar lo que nosotros estamos fabricando.

Luego, con una mirada piadosa, piden a la gente que firme papeles para detener la guerra. Pero tú no puedes detenerla. Este mundo nunca intentó ser distinto de lo que es: un mundo de pobreza, un mundo de guerra, un mundo de política sucia, un mundo de corrupción. Simplemente lee los periódicos y verás lo que está teniendo lugar en las altas esferas. Tú no vas a cambiarlo; seguirá y seguirá porque la historia de Cristo es de redención. Él se redime a si mismo levantándose de este mundo en un movimiento en espiral.

Este mundo está basado en un principio circular que se repite una y otra vez, mientras la redención está basada en un principio en espiral. Rompiendo la rueda de la recurrencia, uno se mueve en un movimiento en espiral – como el serafín – y es redimido. Se nos dijo que: “Como la luminosidad brilla del este al oeste así será la venida del hijo del hombre.”

En este punto del movimiento circular, Neville se refiere a que seguimos viviendo repitiendo los mismos patrones de una vida a otra, como en la rueda del samsara, desconocemos nuestra grandeza y volvemos a nacer en este mundo una y otra vez, dejándonos atrapar por las experiencias de este nivel y en el momento en que somos redimidos podemos cambiar al movimiento en espiral y salir de esa rueda.

La gente está buscando que la luminosidad se encienda en el exterior, pero se enciende dentro. 

Yo te estoy contando lo que tú vas a experimentar, puedas aceptarlo o no y yo sé que nunca lo refutarás. Yo te he despertado, momentáneamente, pero tú puedes volver a caer dormido otra vez y continuar tu sueño, del cual tú eres su único autor. Es muy fácil ser atrapado en la realidad que tú, tú mismo, estás haciendo, incluso aunque lo que veas pueda asustarte.

Puedes tener muchos horrores en tu sueño y creer que lo que estás viendo es una realidad fuera de ti mismo y más allá de tu control, pero sólo tú estás escribiendo el guión. ¿No has tenido un sueño donde te asustabas mortalmente, no sabiendo que tú eras su causa? Lo mismo está ocurriendo en el sueño despierto, pero el hombre no sabe que esto también es un sueño, hasta que él despierte de él de la manera que yo te he contado.

Y cómo despertaremos?

Una noche cuando duermas algo te despertará, y despertarás para encontrarte en tu cráneo. Tú sabes que es tu sepultura, donde sólo los muertos son colocados; pero tú sabes que estás muy vivo. Alguien debe haber pensado tu muerte para haberte colocado ahí, o puedes haber entrado en el lugar voluntariamente y haber caído dormido hasta tal profundidad que los demás pensaban que estabas muerto. Pero cuando el tiempo se cumplió tú oíste el grito del hijo de Dios que te despertó, y cuando sales de esa tumba naces desde arriba. Esto es esencial, pues a menos que tu nazcas desde arriba tú no puedes entrar en el reino de Dios.

AQUÍ NEVILLE PARECE QUERER DECIRNOS, QUE MUCHOS DE NOSOTROS REENCARNAMOS ENGAÑADOS “Alguien debe haber pesando tu muerte para haberte colocado ahí” Y QUE OTRAS VECES VOLVEMOS PORQUE LO ELEGIMOS: “o puedes haber entrado en el lugar voluntariamente” PERO MÁS TARDE O MÁS TEMPRANO TODOS DESPERTAREMOS A LA VERDADES NATURALEZA DE NUESTRO SER : “cuando el tiempo se cumplió tú oíste el grito del hijo de Dios que te despertó, y cuando sales de esa tumba naces desde arriba…”

Este diminuto planeta parece sólo una mota cuando es visto desde el espacio exterior, sin embargo es tan importante; pues sólo aquí puede este experimento biológico, que expande el poder y la sabiduría de Dios, ser acunado. Sin este mundo, Dios no podría crecer en sabiduría. Él se estancaría si no pudiera expandirse más allá de lo que es. Dios es una siempre creciente iluminación, un siempre creciente poder creativo, una siempre creciente sabiduría y – por razón de esta única pequeña mota llamada tierra, donde Él viste esos simples ropajes de mortandad – Dios está manteniendo la promesa que se hizo a si mismo: despertar dentro de si mismo y cumplir el papel recogido en las Escrituras.

La historia de Cristo no es la que el mundo está contando. Él no va a cambiar el mundo. La generación de mañana puede pensar que será diferente, pero la pobreza existirá entonces como existe ahora. Habrá cambios en la pasión y finalmente regresarán a lo que eran. Es como una rueda. Es un principio circular donde nada cambia. El individuo cambia sólo cuando él deja la rueda en un movimiento en espiral, y entonces es cuando es redimido. Él regresa al mundo del que vino, mejorado por razón de su experiencia de muerte en este mundo llamado tierra.

(AQUÍ NUEVAMENTE SE VUELVE A REAFIRMAR EN SU FRASE ANTERIOR)

El alma se encarna para adquirir de las diferentes experiencias, pero llega un momento en que se une al Todo, que es Dios, que es el momento en el que el alma se redime, cuando descubre que es Dios y que todo lo que está experimentando es el sueño que prepara ella misma.

El individuo cambia sólo cuando él deja la rueda en un movimiento en espiral, y entonces es cuando es redimido. Él regresa al mundo del que vino, mejorado por razón de su experiencia de muerte en este mundo llamado tierra.

Los presidentes, reyes y dictadores del mundo no están recogidos en las Escrituras, por lo tanto no existen. Ellos son solamente papeles que Dios está interpretando mientras Él pasa a través de estados. El papel de un presidente, un rey o un dictador es un estado, y cuando se entra en él, es animado. Parece tan real para su ocupante y para aquellos que lo observan, pero es sólo un estado.

Tú puedes interpretar cualquier papel – sea un rico o un pobre, un mendigo o un ladrón, conocido o desconocido – una vez que tú sabes que son sólo papeles, sólo estados de conciencia. Pero si no sabes esto, y no estás dispuesto a abandonar tu estado presente, permanecerás ahí, mirando a tu deseo y no desde él. Tú puedes convertirte en lo que quieras ser en un abrir y cerrar de ojos por el simple acto de la asunción.

Y el día que te atrevas a permanecer fiel a tu asunción, comenzará a exteriorizarse. Y cuando lo hagas tú puedes volver a dormir, igual que haces en tus sueños nocturnos. Volviéndote poseído por el sueño que tú creaste en tu sueño, observas tu propia creación; y si es un sueño noble, puedes volverte tan envanecido en tu propio concepto que olvides a su creador. O puedes crear algo innoble y volverte tan inmerso en ello que creas en su realidad. Cualquier cosa puede ser creada por una mera asunción. Cuando yo me atreví a asumir que era el hombre que yo quería ser, no lo comenté con los demás; yo simplemente persistí en mi asunción y la observé solidificarse en un hecho. Ese acto persistente me enseñó que este mundo era un sueño.

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